Los bocairentinos del siglo XVI quisieron que el pueblo tuviera una ermita en la montaña del norte del pueblo. La leyenda dice que unos viajeros, que serían ángeles enviados por Dios, dijeron que ese era el mejor sitio para construir un edificio de culto donde venerar la imagen de Jesús en la cruz. Antes de la advertencia de aquellos viajeros, los vecinos habían visto tres luces que simbolizarían las tres cruces del Monte Calvario.
Una vez allí arriba contemplaremos una magnífica vista del valle y del pueblo donde destaca la iglesia parroquial y el campanario.
La ermita consta de tres edificios, el más antiguo es la iglesia, después la hospedería y finalmente se construyó una casa para el rector que se encargaba de las misas y de cuidar el conjunto.
En la ermita se celebran varias fiestas a lo largo del año, la primera coincide con el último día de las fiestas de moros y cristianos donde después del desayuno se representa el ‘Despojo del moro’ y su conversión al cristianismo. La segunda fiesta se celebra en el mes de mayo para rememorar una de las bajadas de la imagen al pueblo, al final de la epidemia de cólera del año 1885. El día 10 de agosto, día de San Lorenzo, se rememora la primera misa. Ya en el mes de septiembre, el tercer domingo, se recuerda con la fiesta de ‘Les Tres Llums’ la aparición de aquellas luces que motivaron la construcción de la ermita.
Los visitantes pueden observar el interior de la iglesia, las hospederías con su aljibe y cuadras, la casa del rector y buscar en la pared del campanario una réplica de un fragmento de una cruz de término que estaba incrustada entre las piedras en la entrada a la ermita.